¿Difícil para Dios?
La obra de Charles y Pearl, a los que conocían como Abd
alMasih y Lalla Jouhra, no fue para nada fácil, teniendo que experimentar
rechazos, amenazas de muerte, miles de kilómetros que recorrer entre pueblos y
aldeas, enfermedades, y más. Incluso experimentaron de primera mano la guerra por
la independencia de Argelia. Sin duda, no fue un camino de rosas, pero ellos se
mantuvieron en todo momento firmes al Señor.
Su obra consistía principalmente en la propagación del
Evangelio en todos los pueblos de alrededor, y la curación de enfermos, pues él
era dentista y tenía nociones de medicina. Ella se dedicaba también a la
visitación de mujeres. Para ellos no fue fácil ganarse la confianza de aquella
gente, pero con la ayuda del Señor siguieron la obra adelante, pues, como dice
el titulo y se repite muchas veces en el libro: ¿hay algo difícil para Dios?
El libro cuenta como Argelia era un país complicado para la
evangelización, y aun lo sigue siendo, pero no por ello es imposible. Al
contrario, los musulmanes convertidos preguntaban al misionero porque no venían
más europeos a hablarles del Evangelio… Sin duda este matrimonio nos da una
lección de fe y compromiso con el Señor.
También dedicaron los últimos años de su vida al ministerio
con jóvenes en campamentos donde pudieron experimentar mucho fruto del Señor.
Ver como jóvenes se convierten del islam al cristianismo es un gozo, aun más
sabiendo que para ellos no es nada fácil, pues corrían incluso riesgo de
muerte.
Sin duda, recomiendo el libro porque ablanda el corazón del
lector viendo llegar el Evangelio a países tan complicados como es Argelia. El
libro cuenta con poquitas fotos, y, aunque no este organizado cronológicamente,
el lector no va a quedar indiferente ante tantas experiencias e historias que
se cuentan. Lo recomiendo.
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