Felicidad, una ilusion o una realidad

Autor: Pedro Martín

Este librito es el testimonio personal del cristiano castellanoleonés Pedro Martín. En 2022 ha pasado a la presencia del Señor y, tras haber escuchado grandes cosas de este hermano, he querido leer el libro para conocerlo mejor.

 

Pedro comienza explicando su niñez y juventud. Como algunos dirían, era una bala perdida, pues robaba, se excedía con el alcohol, y, además, estaba enfermo. Más tarde viaja a Suiza, en donde conoce al Señor gracias a la labor de hermanos como Max Keller o Gustavo. El 17 de mayo de 1975 se convierte al Señor junto con su Esposa por medio de una conferencia de Luis Palau. A partir de ese momento su vida cambia y Dios lo transforma, dejando atrás sus antiguos vicios.

En 1982 regresa a España con su mujer y sus tres hijos. El Señor pone en su corazón empezar obra con las personas drogadictas que quieren desintoxicarse, de manera que comienza a repartir folletos y a ofrecerles toda la ayuda que esta en su mano. También hace obra en los hospitales y en las prisiones. Por último, hay que destacar su labor en “la casita” un lugar de bendición que se podría asemejar a un hospital.

A todo esto, hay que sumarle el hecho de que el hombre siempre ha sido delicado de salud. Desde joven tuvo problemas en los huesos que ningún médico ha podido solucionar, a pesar de los muchos intentos. También le detectaron Parkinson en 2002, y en 2007 tuvo problemas renales graves. Pero, a pesar de estos “aguijones de la carne” Dios lo ha guardado, lo ha cuidado y lo ha utilizado en su obra.

 

El libro esta lleno de experiencias y anécdotas. Está escrito de tal forma que parece que tienes a Pedro delante contándote todo de manera cercana. Es impresionante ver como Dios ha transformado la vida de este hombre y como lo ha utilizado a lo largo de su vida. En el libro se da un énfasis especial a cómo ha sido Dios quien restauró su vida, pues nadie apostaba por él y cualquiera se hubiera rendido, pero Dios no lo hizo.

Sin duda recomiendo su lectura a cualquiera, además, es perfecto para regalar a amigos no creyentes, pues podrán ver de primera mano cómo Dios restaura la vida del hermano con mucho amor.