Los caminos de la juventud de hoy

Autor: Francis A. Schaeffer

Este librito puede considerarse como una extensión del capítulo 2 de “La Iglesia al final del siglo XX”, sin embargo, se puede leer aparte. El autor nos presenta un análisis de cómo era la juventud a principios de los 70 en los Estados Unidos.

 

En la primera parte del libro se expone las corrientes seculares a las que estaban tendiendo los jóvenes, mostrando también de donde venían ya (la cultura de plástico, la generación beat y la nueva izquierda).

Se explica como hay una tendencia al deseo de alcanzar la tranquilidad personal a cualquier precio y el anhelo de grandes riquezas y lujos. Se tiende a un misticismo negando de esta forma la razón.

 

En la segunda parte se expone las corrientes dentro de la comunidad cristiana en aquella época. El autor explica que surge un “nuevo pentecostalismo” en el que se da énfasis a signos y manifestaciones externas, un emocionalismo y una dejadez del contenido de las Escrituras.

También existen grupos de cristianos llamados ‘hijos de Dios’, que promulgan una especie de monasticismo. No permiten ningún contacto con el mundo exterior. Su legalismo es extremo y totalmente antibíblico.

Estas tendencias se enmarcan dentro de lo que el autor llama ‘la nueva super-espiritualidad’ y da diferentes claves para la identificación de la misma. Por ejemplo, un desprecio hacia la discusión y la apologética, el desprecio por el cuerpo (lo que supone quitarle importancia a la doctrina de la resurrección) o el énfasis en lo espectacular (que deriva en una teología gobernada casi de manera exclusiva por la escatología).

 

En un último capítulo, el autor dará cuatro principios que tenemos que tener los cristianos en mente para afrontar y responder a esta super-espiritualidad.

• Todos los verdaderos cristianos son nuestros hermanos.
• Hay que dar importancia al contenido de las Escrituras.
• Hay que luchar contra aquellas formas de cristianismo que no tienen a Cristo en el centro.
• No debemos tomar reacciones extremas.

 

Recomiendo el libro por varias razones. Es muy corto, de modo que no llevará mucho tiempo acabarlo. Además, me gusta la idea de que se realice un análisis cultural de la época desde un punto de vista cristiano. El libro tiene más de 50 años, pero a día de hoy se siguen viendo tendencias parecidas a las que expone el autor, de modo que este libro sirve de material de preparación para el cristiano.